Ingredientes
Vinagre 1 ó 2
gotas
Harina 350 g.
Manteca derretida
25 g.
Manteca derretida
o aceite para pincelar 60 g.
Yemas grande 1
Agua tibia
ligeramente salada 250 cc.
Procedimiento
Cernir la harina y ponerla en un bol. Colocar
en el centro los 25 gramos de manteca derretida, la yema y el vinagre. Unir los
ingredientes centrales con la harina de alrededor y suficiente agua tibia para
obtener una masa blanda. Amasarla enérgicamente y golpearla hasta que se
despegue de los dedos y de la mesada y forme ampollas. Formar un bollo, untarlo
ligeramente con manteca y ubicarlo dentro de un recipiente tibio. Dejarlo
reposar por lo menos 20 minutos. Cubrir una mesa de aproximadamente 1,40 m por
70 cm con un mantel y espolvorearlo con harina. Estirar el bollo con el palote.
Deslizar los puños cerrados debajo la masa y estirarla con movimientos
ondulantes, desde el centro hacia afuera, tratando de darle un espesor parejo.
Colocarla en el centro de la mesa. Enharinarse las manos y deslizarlas nuevamente
debajo de la masa, ahora abiertas y con las palmas hacia arriba. Continuar
estirando la masa con cuidado hasta que llegue a cubrir la superficie de la
mesa y quede finísima, transparente. Recortar los bordes. Dejar orear unos
minutos. Pincelar con manteca derretida si el relleno es dulce, o con aceite si
es salado. Se puede rellenar de dos maneras: colocando el relleno en una franja
paralela a uno de los lados de la masa o extendiéndolo en toda la superficie.
En ambos casos, dejar libre un espacio de 10 a 15 cm en los bordes. Doblar
hacia adentro los bordes de la masa y enrollar con ayuda del mantel,
levantándolo y tirando de él hacia uno. Apoyar el strudel sobre una placa
enmantecada, doblándolo si fuera necesario. Hornear de inmediato, sin dejar
reposar, para que el relleno no humedezca la masa. Cortar en tajadas oblicuas
para servir.
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