Ingredientes
Masa
Sal, 1 cdta
Harina, ½ kg
Aceite, 3 cdas
Manteca, 50 g
Aceite para
pincelar, c/n
Agua tibia, c/n
Relleno 1
Pimienta, a gusto
Sal, a gusto
Papas hervidas y
pisadas con 1 cucharada de manteca, 4
Cebolla picada y
rehogada en manteca, 2 cdas
Relleno 2
Nuez moscada, a
gusto
Pimienta, a gusto
Sal, a gusto
Ricotta, 250 g
Espinaca hervida y
picada, 1 taza
Cebolla picada y
rehogada en manteca, 1
Queso rallado, ½ taza
Relleno 3
Nuez moscada, a gusto
Pimienta, a gusto
Sal, a gusto
Ricotta, 250 g
Jamón procesado, 100
g
Queso rallado, ½ taza
Hacer la masa con los ingredientes indicados,
siguiendo el procedimiento de la masa para strudel. Dejarla descansar 1/2 hora
en la heladera. Mientras tanto, integrar los ingredientes de cada relleno.
Dividir la masa en tres bollitos. Estirar cada uno con el palote sobre la
mesada un poco enharinada, hasta lograr un espesor bastante fino. Deslizar las
manos debajo de la masa y continuar estirando desde el centro hacia afuera con
las yemas de los dedos y las palmas, formando un círculo grande. La masa debe
quedar casi transparente en los bordes y un poquito más gruesa en el centro.
Pincelar los círculos con aceite, para darles elasticidad. Colocar el relleno
siguiendo el contorno de cada círculo, formando un chorizo de no más de 3 cm de
grosor y dejando alrededor un borde libre del ancho de una mano. Doblar este
borde de masa sobre el relleno. Enrollar siempre en redondo, dándole a la masa
un estironcito hacia atrás en cada vuelta, hasta que el círculo se termine de
afinar y se rompa en el centro. Quedará un cordón circular de masa y relleno.
Pasar el canto de la mano por harina y marcar el cordón cada 4 ó 5 cm. Cortar
por las marcas, siempre con el canto de la mano enharinado. Quedarán porciones
cerradas de ambos lados por una tirita de masa aplastada. Con el dedo índice
hundir la tirita en el centro de cada lado, para formar los “ombligos”
característicos y achatar los knishes. Acomodarlos en una placa, con un ombligo
hacia abajo y otro hacia arriba. Rociarlos con unas gotas de aceite. Llevarlos
al horno precalentado, más fuerte que moderado. Cocinarlos de 20 a 25 minutos,
hasta que la masa se cocine sin dorarse. Servirlos calentitos o tibio.
SECRETITO Los clásicos son los
de papa. La clave está en hervir las papas con cáscara para que no absorban
agua y rehogar la cebolla (que puede reemplazarse por puerro) hasta que se
dore. Si quieren cambiar el relleno de verdura, usen partes iguales de espinaca
y acelga, hervidas y bien escurridas. Se pueden procesar, pero quedan mejor
picadas a cuchillo. Siempre hay que cuidar que los rellenos queden súper
secos.
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