Sal 1 pizca
Harina 250 g.
Fécula de maíz. Para estirar
Aceite de oliva 1 cdta.
Fécula de maíz para estirar
Agua tibia para unir
Tamizar la harina y ponerla en un bol. Agregar el aceite, la sal y el agua tibia necesaria para formar una masa no muy húmeda, que se pueda estirar con facilidad. Dividirla en bollitos chicos y aplanados. Espolvorearlos con abundante fécula de maíz y apilarlos. Pasar el palote sobre la pila para estirar todos los bollitos al mismo tiempo, hasta dejarlos finos como hojas de papel. Sacudir las hojas (con cuidado, pues son muy frágiles) para eliminar toda la fécula. Pincelarlas con manteca derretida o aceite, según indique la receta elegida.
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