Para el sorbet
Azúcar, 250g
Agua, 250cc
Mangos 3 unidades
Jugo de limón, 3 cucharadas
Para el biscotti
Harina, 400g
Pasas de uva, 100g
Polvo de hornear, 1 y ½ c
Sal, ½ c
Manteca, 100g
Azúcar, 200g
Huevos, 2
Coñac, 1 cucharada
Esencia de vainilla, 1 cucharadita
Almendras, 200g
Para preparar el sorbet necesitamos una máquina
para hacer helados. Las hay de varios tipos: con equipo de frío propio, con
hielo y sal, con palas mezcladoras y directo al congelador. Cualquiera de las
tres sirve para esta receta. Si no se dispone de una máquina o sorbetera, lo
mejor será comprar el sorbet de mango (se vende listo). Preparar nuestra máquina
según las indicaciones del manual. Luego, pelar los mangos y cortar al medio.
Cortar en cubos y rociar con el jugo de limón.
Reservar.
Poner en una cacerola chica la taza de
agua y la de azúcar, llevar a hervor y contar 10’ desde ese momento. Retirar y
enfriar. El resultado es un almíbar ligero. Procesar los cubos de mango en una
licuadora o mixer. Agregar el almíbar ya frío y continuar hasta obtener un puré
de consistencia lisa.
Es importante procesar bien el mango ya
que es una fruta muy fibrosa y queremos una textura suave al paladar.
Retirar del procesador y volcar en la
sorbetera toda la mezcla. Tapar y seguir las indicaciones del manual de nuestra
heladora. Como regla general, un sorbet no debiera tomar más de 40 minutos en
hacerse. Cuando el sorbet está
listo, las paletas giratorias paran. Enseguida
retirar y llevar en el mismo o en otro recipiente al freezer. Mantener refrigerado
hasta el momento de servir.
Para el biscotti:
Poner las almendras a tostar en una
placa en el horno a 180°C durante 10 minutos. Retirar y reservar.
Batir la manteca con el azúcar a toda velocidad
en una batidora eléctrica. Cuando la preparación tenga la apariencia de una
crema amarillenta agregar los huevos de a uno. Luego, bajar la velocidad y
agregar la esencia de vainilla, el coñac y continuar batiendo. Incorporar la
harina mezclada con el polvo de hornear y la sal. Por último, las pasas y las
almendras tostadas y frías. Apagar la batidora y retirar la mezcla que tendrá una
consistencia irregular. Esto es lo que deberíamos lograr.
Enmantecar una placa para horno. Tomar la
mitad de la masa y con las manos tratar de formar un rollo. Acomodarlo en la
placa sin aplastarlo. A simple vista puede parecer que está deformado, pero está
preparación se convertirá en nuestros ricos biscotti. No hay que olvidar que,
debido a la presencia del polvo de hornear, deberemos hacerlos más chicos para
darles lugar a que crezcan sin apelmazarse entre sí.
Llevar la placa a la heladera unos 20’
para que la manteca que contiene se enfríe un poco y los rollos reposen. Luego llevar
al horno y cocinar durante 40’ o hasta que estén dorados. Sacar del horno y
dejar enfriar. Bajar el horno a 120°C. Ya en frío, tomar un cuchillo (no
serrucho) y cortar en diagonal nuestros biscotti en tajadas de uno o dos dedos
de espesor.
Acomodarlos en una placa y llevar a
horno bajo hasta que al tocar el centro de la tajada se note duro. Disponer una
o dos bochas de sorbet en copas y por los costados los biscotti.
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