viernes, 17 de septiembre de 2010

Corazón de alcaucil: una conserva diferente



Graciela Corneli es docente y desde hace años da cátedra junto a su hermana Alicia Berger. Como estamos en temporada, te enseña a hacer una conserva de corazón de alcauciles.

Cómo cocinarlos

Poner en una olla un chorro de aceite y, mientras se calienta, incorporar un par de dientes de ajo con su piel. Ya perfumado el aceite, retirar los ajos y dorar los alcauciles por todos sus lados. Agregar un fondo de agua o caldo, tapar y cocinar a fuego mediano por 40 minutos o hasta que estén tiernos.




1 - Elegir alcauciles ñatos de hojas bien cerradas y pegadas. lavarlos y cortarles el cabito sin llegar a hacerlo al ras, para dejarles una base.

 

2 - Retirar delicadamente, empezando desde la base, las hojas externas más pequeñas, duras o dañadas para que quede una buena presentación.

 

 

3 - Mientras se preparan todos, es importante reservar los ya hechos en un bol con agua y limón para que las hojas no se oscurezcan.

 

4 - Golpearles la punta contra la mesa para abrirles un poco sus hojas y poder salpimentar entre ellas. llevar a cocción según “cómo cocinarlos”.

 

5 - Una vez hechos, retirarles las hojas con cuidado de no desarmar o romper el corazón, y consumirlas al momento solas o como guarnición.

 

6 - Una vez deshojado el corazón, con un cuchillo filoso y cuidadosamente, ir girándolo para cortar su borde hasta desprender el anillo de pelusa.

 

7 - Ya ahuecados, cortarlos al medio transversalmente con mucho cuidado para no deshacerlos y consumirlos al momento o bien conservarlos.

 

 

8 - Para la conserva, en un frasco con tapa poner rodajas de limón, laurel, pimienta en grano, ajos, tomillo, romero y los corazones ya cocidos. Ubicar los ingredientes cuidando de llenar bien todo el recipiente y cubrir con aceite de oliva o girasol. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 









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